La Otra VGG: «Defender derechos, no callar y comprometerse con el crecimiento colectivo, sin perder la Memoria»

Villa Gobernador Gálvez nunca fue ajena a los procesos históricos de la región o del país, también en la ciudad hubo quienes creían que desde la participación se empujaban los cambios y quienes se molestaban por eso. Oscar Medina, desaparecido de VGG, quien forjó desde su lugar La Otra VGG, la verdadera.

«Era pintón, un negro pintón, le gustaba vestirse bien, el más chico de la familia, el más cuidado por sus hermanos», así lo describe Yolanda, su hermana más grande, quien con una simpleza y una congoja que la acompaña desde hace 45 años, desde aquel momento en que se lo llevaron, cuenta no solo de la desaparición de Oscar, sino de la historia de su familia, de cómo llegaron a Villa Gobernador Gálvez desde Entre Ríos en busca de nuevas oportunidades.

Desde muy chico comprometido con el otro, desde que comenzó a militar en la Acción Católica de Nuestra Señora de la Paz, ahí donde lo convocaba el mismo que lo iba a entregar, el cura Eugenio Zitelli. «Siempre trató de dar una mano a quien lo necesite, no tenía problemas de poner la cara para conseguir lo que sea necesario para ayudar a los vecinos, a los amigos y a los que no conocía también», relata Yoli mientras en sus ojos se puede ver como si fuera una película en el cine, como repasa lo que va contando.

Como siempre iba al frente, y sobre todo cuando se trataba de defender los derechos de los trabajadores, fue elegido delegado gremial en los Talleres Fillippini, donde, «nadie iba a llevarse puesto a alguno de sus compañeros». Ahí comenzó a ser perseguido por la patronal, «no les gustaba que un negrito entrerriano les haga parar la producción o les haga frente cuando querían pisotear a los trabajadores».

La Elisa, su madre, quien desde el primer momento salió a buscarlo junto a Yolanda, quien recorrió comisarías, oficinas y quien recurrió a la ayuda del cómplice eclesial de la dictadura militar, Zitelli, porque en el relato entre cortado de Yoli, hay palabras que vuelven y otras que son necesarias remarcarlas con un tono más erguido. «Mamá creyó que el Padre podría ayudarnos, pero no sabíamos que era el mismo que entregaba a los pibes», y al mismo tiempo la describía con carácter, casi como haciendo una comparación con Oscar.

Los recuerda con una desazón que se nota en su voz quebrada y sus lagrimas que no tardan en aparecer. Una mujer fuerte, íntegra, con la firme decisión de querer saber que pasó con Oscar, ese joven que su única intención era vivir en una sociedad más justa, ese pibe que creía en una Villa Gobernador Gálvez distinta, ese que sostenía sus convicciones con actos y que luchó por el bien común.

En Memoria de Oscar Medina, Elisa Medina y reconociendo el camino recorrido por Yolanda junto a sus hermanos, que hicieron posible junto a las agrupaciones de Derechos Humanos que los culpables militares y sus cómplices civiles sean juzgados y reciban una condena por desaparecer no sólo a una persona de bien, sino a un ferviente luchador que marca nuestra identidad y una parte importante de la historia de VGG, La Otra VGG, la verdadera.

Un comentario

  1. En Villa Gobernador Gálvez no pudieron callar nunca la voz de Yoli y de la Elisa. Cada día cada año Óscar está presente en la lucha de todos.
    Nunca Más

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